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La formación de metal gótico Lacuna Coil
vuelve a dar vida al mítico Comalies, tercer lanzamiento de la banda y el disco
que marcó un antes y un después en la carrera de los italianos. Esta vez, el
renovado Comalies XX, que es así como lo han titulado, supone un traslado
temporal y conceptual de sus canciones.
Ha llovido, y bastante, desde la llegada de Comalies.
Lacuna Coil tenía ya un nombre por aquel entonces, pero el lanzamiento de este
disco supuso el auge de la banda, algo que los ayudó a consagrarse entre los
más grandes del momento y a ser vistos como una banda con el potencial
necesario para robar camara.
Scabbia y sus chicos, formación cambiante, han
crecido como banda y por obviedad, su evolución es palpable. De aquí el querer
revivir en forma de Comalies XX un disco tan apreciado por los mismos músicos,
como por sus fans. Y repiten, una y otra vez, que Comalies XX no es una
remasterización, ni tampoco uno de esos remakes que tan abundantes se han hecho
durante los años de la pandemia. Es una auténtica renovación.
El doble disco consta del tracklist remodelado
y del original. El CD1, el que está por ser valorado abre, como no, con “Swamped
XX”. Después de tanto avisar de la supuesta remodelación de las canciones, este
corte sabe a poco. Mantiene mucha similitud con su versión original,
exceptuando algún refinamiento puntual. En cambio, “Heaven’s A Lie XX” nos deja
boquiabiertos. Aquí sí es posible hablar de deconstruir una canción para crear
algo alternativo, a la par que bueno.
Destacan las voces y los sintetizadores. Pasa
lo mismo en “Daylight Dancer XX”, y se va confirmando que Andrea Ferro y sus
guturales tienen mucha más presencia en este disco. De “Humane XX” se sigue
disfrutando ese diálogo entre las dos voces. Debe apreciarse también como
Cristina Scabbia ha trabajado su voz, que ahora suena tan dulce como siempre,
pero con un toque más afilado.
Vamos avanzando y aparecen todos los clásicos
que lo conforman, aunque sin nada remarcable ni digno de mencionar, más que el
nuevo enfoque del disco ha aniquilado el aura gótica que caracterizaba el álbum
y el metal de esa época. “Aeon XX”, “Tight Rope
XX”, “The Ghost Woman And The Dancer XX”… Todas especiales, de las cuales por “Entwined
XX” y “Angel’s Punishment XX” quedan más a deber que la expectativa generada. Y
llega el final, la nueva versión de “Comalies XX” constituye el cierre idóneo
para el disco.
Rehacer un disco de estas características y
que es, además, tan conocido y amado, conlleva algunos riesgos. En general, es
de suponer que a los fans les encantará, aunque si uno quiere ser sincero, no
puede negar que este disco quedará, posiblemente, como poco más que una
anécdota en la discografía de los italianos. Bien para escucharlo e incluso
disfrutarlo, pero posiblemente su existencia tiene más que ver con las ganas de
experimentar de Lacuna Coil que con ganarse al público.
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